Para disfrutar de la fotografía

Zarautz presenta cinco exposiciones paralelas en salas de la localidad englobadas dentro de las Jornadas Fotográficas 2008 que organizan Leopoldo Zugaza y Ramón Serras del Photomuseum.

Los aficionados a la fotografía tienen durante estas fechas la posibilidad de disfrutar de cinco exposiciones paralelas que organiza el Photomuseum. Las Jornadas Fotográficas atraen cada Semana Santa a decenas de personas que acuden expresamente a Zarautz para contemplar in situ estas exposiciones.

Para disfrutar de la fotografíaUnas de las llamativas fotos de la frontera ceutí, obra de Fidel Raso, expuesta en Torre Luzea.

Así, comenzamos el repaso por el propio Photomuseum que presenta fotografías de Jesús María Zabalza, bajo el título de El Muro. Ahora que la muralla se ha convertido en recuerdo histórico y atracción turística, la intransigencia humana está de nuevo levantando muros para separar, dividir y marginar a otros seres humanos. Jesús María Zabalza presenta una visión de cuatro fortalezas del Vasconia, testimonio histórico de otras épocas convertidas ahora en centros de difusión de la cultura.
En las salas de Sanz Enea se exponen fotografías del catalán Antoni Campañá i Brandanas (1906 Girona, fallecido en 1989 en Barcelona). En 1914, el fotógrafo Rafael Garriga, a petición del padre de Antoni, dio al joven muchacho un empleo de verano. Con tan sólo ocho años, inició su carrera fotográfica como ayudante en su negocio de fotografía de playa. A los dieciséis años, Campañá comenzó a trabajar como aprendiz en Cosmos Fotográfico, donde entró en contacto con muchos de los aficionados y profesionales más importantes de Barcelona: R.Batlles, A.Borrell, C. Carbonell, Pla Janini y Zercowitz. En la década de 1920 trabajó como el principal fotógrafo de positivado al bromóleo de la ciudad. Campañá, iniciado en el procedimiento al bromóleo por C. Carbonell, consiguió un dominio definitivo del procedimiento tras sus estudios con el fotógrafo Willy Zielke, de Múnich, a quien conoció a principios de la década de 1930. Obtuvo un inmenso éxito en el terrero de los salones internacionales. Su obra, que recibió numerosos premios, fue ampliamente reconocida por sus ángulos audaces, sus perspectivas dinámicas y su presentación innovadora de los motivos, en una palabra, era más ‘moderna’ que la de sus contemporáneos, según escribe Ortiz-Echagüe. «Es sin duda, entre todos nosotros, el de más moderna visión de los temas clásicos». Campañá poseía talento artístico para convertir escenas corrientes en declaraciones fotográficas complejas; en palabras de Ortiz-Echagüe, fue «el fotógrafo de la nada». Realizó la mayor parte de su obra pictorialista utilizando procedimientos al bromóleo y bromóleo transportado, aunque ocasionalmente trabajó con papeles Fresson y al bromuro. Fue un intervencionista declarado y practicó en gran medida la elaboración artística mediante una profusa manipulación de la imagen final.
Prosiguiendo con la visitas, en la Galería Zazpi de Kale Nagusia podemos ver las fotografías del italiano Claudio Corradini bajo el título de F1 desde dentro. Dedicado profesionalmente desde 1981 al automovilismo de competición, Corradini ha trabajado como mecánico con escuderías tan conocidas como Ferrari, Benetton o Epsilon Euskadi. Ello le ha permitido viajar por todo el mundo. Su interés por la fotografía data de 1988. Fotográficamente hablando, el paisaje, tratado con colores fuertes y contrastados, va a ser el género que va a centrar sus esfuerzos en estos primeros pasos. Partiendo de estas premisas, en esta ocasión, Claudio Corradini intenta trasladar su visión fotográfica a su mundo laboral. Por ello, las imágenes que podemos contemplar en esta exposición han sido capturadas dentro del ámbito del automovilismo de competición. Pero dicho esto, también hay que resaltar que busca juegos de masas de colores, formas distorsionadas. En definitiva, escapándose de las imágenes tradicionales.
En Torre Luzea visitamos las fotografías del fotógrafo Fidel Raso. Ceuta, ciudad y frontera es el título de esta muestra. Ceuta, aunque parezca tópico, es una gran desconocida en su propio país. Durante buena parte del siglo XX, las únicas referencias que se manejaron sobre ella en la península fueron la ‘mili’ y la legión. Esa atención preferente respecto a lo militar se ha desvanecido hoy en día hacía la frontera, porque Ceuta- como señala Fidel Raso en el título de esta exposición – es ciudad y frontera, en su caso con un país subdesarrollado, Marruecos, del que le separan ocho kilómetros de doble valla.
La Ciudad Autónoma de Ceuta no sólo es, sino que ha sido a lo largo de toda su historia, un crisol de culturas. Fenicios, romanos, árabes y cristianos han poblado en sucesivas oleadas. En nuestros días, cuenta con unos 75.000 habitantes muchos se refieren a ella como la ciudad ‘de las cuatro culturas’ porque a los cristianos, practicantes o de origen, se suma un 30 por ciento de musulmanes, unos 600 miembros de la comunidad judía y cerca de 200 familias hindúes. En Ceuta se oye por igual el tañido de las campañas de las iglesias católicas que la llamada al rezo desde los minaretes de sus mezquitas, se celebra la Navidad, el Yorn Kipur, el Ramadán y el Diwali.
Finalmente, en la Galería Bidea contemplamos los Autorretratos de Teresa Landaluce. Se pregunta si acaso no son todas las fotografías que tomamos auto-retratos, en la medida que muestran nuestra mirada personal del mundo. «Algunas veces pienso que el auto-retrato es simplemente una cuestión de comodidad para trabajar, ya que nosotros somos el modelo que tenemos más a mano cuando llevamos la cámara. Por otro lado, el auto-retrato nos ofrece el mayor control que podemos ejercer sobre el resultado, ya que somos completamente conscientes de nuestras propias intenciones».
Define sus auto-retratos como un auto-reportaje, «porque son fotografías de momentos reales de mi vida, encontradas de manera espontánea. Y así mi cámara es mi compañera, que va fijando imágenes de mi vida, como un diario de momentos, de actitudes y de lugares. Lástima que una foto implica un encuadre o un no-encuadre, y nunca al hacer el click puedo pillarme desprevenida a mi misma Ojalá al parpadear fijase la imagen en el negativo», señala la fotógrafa Teresa Landaluce.

Todas estas exposiciones se podrán visitar de manera totalmente gratuita hasta el próximo día 5 de mayo, excepto la exposición de Teresa Landaluce situada en la Galería Bidea que estará hasta el 6 de abril y la de Claudio Corradini situ en la Galería Zazpi que clausurará el proximo el 4 de mayo.

(Fuente: Diario Vasco)

Esta entrada fue publicada en exposiciones y etiquetada . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *